Esta es una frase célebre de una amiga ....que viene porque ayer cuando salimos de fiesta...andábamos nosotras por el Born de Bcn y nos cruzamos un grupo de chicos por la calle...y los vimos unos segundos tan sólo..y la avidez de uno de ellos por fijarse en mi escote y hacer una bonita valoración de él...fue realmente virtuosísima.
Así que sólo se puede decir que es un fenómeno realmente extraordinario, la obsesión que tiene el sexo masculino por los pechos.
De hecho, ayer mismo también, en clase de neurología en la CTO, estaba un compañero leyendo unas preguntas tipo examen y una de las opciones hacía referencia a las ondas tetha del electroencefalograma...con lo que el pobre no pudo acabar de leer la pregunta de la risa que le entró al leer la opción (sé que puede parecer infantil...pero después de 5 horas seguidas de clase....la verdad es que es de lo más comprensible...y aun nos quedaban unas cuantas por delante!!).
Recuerdo una pregunta muy divertida también, durante una clase de pediatría de un compañero de clase, que hacía referencia a los pechos. La pregunta era que si durante la época de lactancia de una mujer, la pareja sexual de esta, podía recrearse en los pechos, o si por el contrario eran territorio exclusivo del niño a quien amamantaba...el profesor de pediatría (muy serio) no sabía dónde meterse.
También resultó curioso el comentario de un amigo que dijo que si él fuera mujer no dejaría de tocarse los pechos todo el día....Cosa que como mujer los pechos resultan algo más de tu cuerpo..como una pierna, un brazo..no son tan especiales como para los hombres. La única cosa clara que tenemos las mujeres es que un buen escote muchas veces resulta una arma de destrucción masiva.
Así que nada, dada la obsesión del sexo masculino por esa parte del cuerpo que nos ha alimentado a todos en nuestros primeros momentos de nuestra vida extrauterina..deberíamos plantearnos las razones de la existencia de esa obsesión.
En el caso de las mujeres..no nos ponemos de acuerdo ni en eso...a cada una es una parte del cuerpo del sexo masculino la que nos obsesiona, des de las manos, los ojos, el culo.....
Au...ser felices!!!!!!!!!!!
Así que sólo se puede decir que es un fenómeno realmente extraordinario, la obsesión que tiene el sexo masculino por los pechos.
De hecho, ayer mismo también, en clase de neurología en la CTO, estaba un compañero leyendo unas preguntas tipo examen y una de las opciones hacía referencia a las ondas tetha del electroencefalograma...con lo que el pobre no pudo acabar de leer la pregunta de la risa que le entró al leer la opción (sé que puede parecer infantil...pero después de 5 horas seguidas de clase....la verdad es que es de lo más comprensible...y aun nos quedaban unas cuantas por delante!!).
Recuerdo una pregunta muy divertida también, durante una clase de pediatría de un compañero de clase, que hacía referencia a los pechos. La pregunta era que si durante la época de lactancia de una mujer, la pareja sexual de esta, podía recrearse en los pechos, o si por el contrario eran territorio exclusivo del niño a quien amamantaba...el profesor de pediatría (muy serio) no sabía dónde meterse.
También resultó curioso el comentario de un amigo que dijo que si él fuera mujer no dejaría de tocarse los pechos todo el día....Cosa que como mujer los pechos resultan algo más de tu cuerpo..como una pierna, un brazo..no son tan especiales como para los hombres. La única cosa clara que tenemos las mujeres es que un buen escote muchas veces resulta una arma de destrucción masiva.
Así que nada, dada la obsesión del sexo masculino por esa parte del cuerpo que nos ha alimentado a todos en nuestros primeros momentos de nuestra vida extrauterina..deberíamos plantearnos las razones de la existencia de esa obsesión.
En el caso de las mujeres..no nos ponemos de acuerdo ni en eso...a cada una es una parte del cuerpo del sexo masculino la que nos obsesiona, des de las manos, los ojos, el culo.....
Au...ser felices!!!!!!!!!!!
1 comentario:
Los hombres heterosexuales tampoco tenemos respuesta a ese comportamiento. Es algo instintivo.
No podemos evitar, en un momento dado, pasar con la mirada por ahí.
Son partes del cuerpo femenino que nos atrae y nos resulta muy difícil evitar observarlas.
Se puede resumir en la anécdota que leí hace tiempo en un cómic, que sufre un chico que va a clases de dibujo y un día tienen seis horas para dibujar a una modelo desnuda.
Ella en los descansos, se pasea y va mirando los dibujos de cada uno. Acaba congeniando con el personaje de este chico. Al final de la clase coinciden en el mismo autobús para regresar a su casa y van manteniendo una conversación. Pero después de un rato, él no puede evitar mirar el escote de la chica y ella se da cuenta y le recrimina que ha estado seis horas mirándola desnuda, dibujándola y aun quiere ver lo que hay debajo de su camisa..
Esa historia es reflejo de la realidad. No se puede evitarlo...
Un saludo
Alfonso
Publicar un comentario